El desarrollo de la Moral en el niño del Segundo Plano

Cómo ya hemos tratado antes, uno de los períodos sensibles del niño del Segundo Plano de Desarrollo (6 a 12 años) de acuerdo con Maria Montessori es el desarrollo de la Moral. Es en esas edades que los niños empiezan a construir sus ideas, valores y creencias sobre el mundo y la sociedad. Nosotros como padres podemos guiarlos en esta construcción tan importante.
Es muy probable que, un día, cuando tu hijo o tu hija llegue del colegio, te contará que algo ha pasado y que no le ha parecido justo. «Hoy Fulano hizo x y el profesor le dijo y. No es justo!» O puede que ocurra esto también: «hoy vi a Fulano hacer x. Nadie lo ha visto, pero yo sí lo vi y se lo conté al profe». 
Nuestro niño/niña está desarrollando su papel en el mundo, está descubriendo como funcionan las reglas de vivir en sociedad y puede que, a tus ojos, tome decisiones equivocadas. Dicen que «a nadie les gusta los chivatos», pero antes de enfadarse y discutir con él o ella, te aconsejo a respirar hondo y empezar una conversa.

Preguntar en lugar de afirmar

Muchos guías Montessori utilizan del discurso socrático con los niños en esas situaciones para que ellos mismos piensen en lo que hicieron, sin juzgar su actitud. «Por que tú crees que lo que el profesor hizo fue injusto?», «por que contaste a tu profesor lo que hizo tu compañero?» y en vez de darle afirmaciones, ofrezca respuestas en forma de preguntas. Es un poco difícil cuando no estamos acostumbrados, pero practicando logramos hacerlo. Y podemos tener unas conversas muy interesantes con nuestros hijos.
Dicen que los niños de 6 a 12 años son parlanchines, pero la verdad es que ahora están practicando su pensamiento abstracto y necesitan expresarlo. Es como cuando tenían 2 años y no paraban de querer subir escalones o de sacar cosas de los cajones. Tienen necesidad de contarnos todo y decir sus opiniones. Y eso es muy saludable y bueno, es señal que confía en ti y que se siente a gusto para expresarse. Si no aprovechamos este momento en que están abiertos, luego, algunos años más tarde, no podremos quejarnos que nuestro adolescente no nos habla.
Es común ver a adultos que, en situaciones similares con sus hijos de 6 a 12 años, les digamos cosas como: «eres un chivato, eso no se hace, te quedarás sin amigos», «cuida de tu vida y deja de meterte en la de los demás», «pues si el profesor hizo eso tendrá sus motivos y eso a ti no te incumbe», o aún peor: «hablas demasiado, será que no sabes parar de hablar?» Y lo que el niño aprende es que a mamá y a papá no les gusta escuchar lo que tiene a contar, que es un pesado, una persona que incomoda. Y, si un día, él es testigo de un acto muy grave no contará a nadie.
Entonces evita juzgarle de forma precipitada y escucha a tu hijo, de verdad, con presencia y con interés. Si él pide tu opinión, pues tú puedes decírsela, pero con cuidado para no influir en él. Siempre recuerda de contestar con preguntas: «tú que piensas sobre eso? Por que crees que hicieron/ dijeron eso? Crees que está cierto? Está mal? Por que?».

Leer para tu hijo, una oportunidad de oro

También es interesante aprovechar la lectura de libros para practicar el pensamiento crítico. Muchas veces los padres paran de leer para sus hijos una vez que ellos ya lo saben. A mí me parece un error. Es tirar una oportunidad de oro para conocerlos aun más.
Por ejemplo, ahora mismo estamos leyendo Izan y yo una novela sobre la vida de un perro, y la historia está narrada por el proprio animal, en primera persona. En cada momento el personaje dice lo que piensa de las actitudes de los humanos a su alrededor. Vamos leyendo los dos juntos (a veces leo una página, a veces él lee otra) y de cuando en cuando interrumpo la lectura para preguntar a Izan: «y tú, que crees de esto? Estás de acuerdo con Bailey (el nombre del perro)?». Hubo ocasiones que tuve verdaderas sorpresas.
Hay muchas maneras de practicar, algunos juegos de mesa cuando trabajan con situaciones de simulación pueden ser útiles, películas… aconsejo estar pendiente de esos momentos y preguntar a tu pequeño/a que piensa sobre la situación.
¿Alguna vez viviste una situación similar con tu hijo o tu hija? ¿Que le dijiste? Cuéntanos en comentarios. Y si crees que este post puede ser de ayuda a tus amigos, no te olvides de compartirlo en las redes sociales.

Alessandra Mosquera
nuestrosmomentosmontessori@gmail.com

Alessandra Mosquera es periodista, asistente Montessori AMI 3 a 12 años y educadora de Disciplina Positiva para famílias y maestros formada por la PDA. Vive en Madrid, España, hace 18 años con su marido Ernesto, su hijo Izan y Moon, su perro Jack Russell. Le encanta pasar las tardes viendo una película con sus chicos con una mantita y un bol de palomitas.

2 Comments
  • eva
    Posted at 08:50h, 15 octubre Responder

    Precisamente llevamos un año viviendo todo esto con mi hija. Cada día cuenta algo que le pasa con sus «amigos» del cole. Nosotros intentamos escucharla y hacerla preguntas y al final no sé si ella saca sus conclusiones.
    Nos cuesta bastante no darle nuestra opinión pero hacemos el esfuerzo y sobre todo la escuchamos y que ella tenga la confianza de contarnos todo
    Muchas gracias por éste artículo

    • Alessandra Mosquera
      Posted at 08:55h, 15 octubre Responder

      Sí, es difícil no dar nuestra opinión o peor aun, intentar convencerles de lo que acreditamos… pero bueno, es un aprendizaje. Gracias por tu comentario!

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