Las necesidades de los adolescentes según Montessori

 

¿Tienes un niño, o una niña con 10 años, quizás 11 o 12? Es posible que ya estés preocupada con la adolescencia. O quizás solo deseas aprender para cuando llegue el momento. Así como en las fases anteriores del desarrollo humano, Montessori nos dijo cuales son las necesidades de los adolescentes. Veremos cuales son para poder ayudarles.

Maria Montessori apenas tuvo tiempo para estudiar los adolescentes. Al final de su vida, ella dejó un texto, «Los Hijos de la Tierra», que escribió basándose en las observaciones que hacía de hijos de amigos que estaban en esta fase. Hoy algunos discípulos de Montessori desarrollan un trabajo importante para los jóvenes. 

Los adolescentes sufrieron muchos cambios en los últimos años. A cada generación la adolescencia empieza antes. Si observas a un niño o a una niña de unos 10 o 11 años, hoy, es posible que notarás que ellos no son como nosotros éramos en la década de 80 o de 90. Están muy mucho más puestos en temas como Youtube, videojuegos y redes sociales que en juguetes o dibujos animados.

En mi opinión, es más necesario que nunca estar atentos a nuestros chicos para poder facilitarles una adolescencia mejor que estar todo el día pegados a una pantalla. La tecnología es maravillosa y puede ayudarnos muchísimo, pero también puede ser peligrosa si no usamos de forma adecuada. Entonces quizás ya sea la hora de aprender con Montessori sobre esta etapa que está apenas empezando, para poder ayudar nuestro hijo, o hija, cuando llegue el momento.

La necesidad de grupo

La adolescencia está en la segunda mitad de la segunda fase de desarrollo, sobre los 11 o 12 años, pero entra de lleno en la tercera fase, que va de los 12 a los 18 años de edad. Si en la primera fase de desarrollo podemos resumir las necesidades del niño con una palabra seria MOVIMIENTO , la segunda PENSAMIENTO, la tercera seria GRUPO.

En la tercera fase de desarrollo, la fase de adolescencia, la gran necesidad del individuo es hacer parte del grupo. Este grupo puede ser el del colegio, de la urbanización, de la iglesia, de la escuela de danza etc.

El adolescente necesita el grupo de la misma manera que el bebé de 18 meses necesita moverse. Es algo que es más fuerte que él, por eso estará la mayor parte del tiempo con su grupo, aunque ya pase horas con ellos en el colegio, por ejemplo, pero luego estará por la noche hablando con ellos por Whatsapp o Facetime. Y de la misma manera que tú no podías evitar que tu pequeño se desatara a andar o a subir sobre los muebles del salón, ahora no podrás evitar que tu hijo quiera estar con ellos a todas las horas.

Como es tan importante estar en grupo para ellos, es importante que nosotros como padres les enseñemos a identificar un buen grupo de uno malo. Lo ideal es que el niño se sienta cómodo, que pueda ser él mismo, sin tener que imitar a otros o negar a su naturaleza y sus valores para ser acepto por los demás del grupo.

Es importante que el grupo sea inclusivo, que los acepte exactamente como ya son. Si el grupo exige que el niño cambie, que adopte comportamientos que no son de acuerdo con vuestros valores (por ejemplo, que incite a sus integrantes a fumar cuando eso no es lo que el niño de verdad quiera), no es un grupo inclusivo.

Lo ideal seria que conociéramos a los amigos de nuestros hijos, pero sin vigilar como policías. Seria estar cerca para conocerlos y mediar, invitando para comer una pizza en casa, por ejemplo.

La necesidad de servir a la sociedad

La segunda necesidad de los adolescentes es desarrollar un servicio a la sociedad. Podemos ayudar al joven a encontrar algo que él pueda hacer por si solo y que traerá un beneficio a la sociedad, como por ejemplo, voluntariado. Hacer un trabajo voluntario viene de maravilla a los chicos y chicas adolescentes, porque les empodera, aumenta su autoestima, trae amistades, les hace descubrir sus talentos, y en cima se sienten felices al ver que ayudan a alguien que les necesita.

El chico, o la chica, puede hacer un trabajo voluntario en su colegio, leyendo cuentos a niños menores que tengan dificultad para aprender a leer, por ejemplo. Quizás ayudar en un refugio de animales, a distribuir alimentos a personas sin techo, jugar o leer para niños en una casa de acogida o para personas de tercera edad en un asilo.

La necesidad de independencia financiera

La tercera necesidad es tener independencia financiera. El joven quiere ganar su proprio dinero, sentirse útil a la sociedad es importante pero él también quiere ver el retorno de su trabajo y dejar de pedir dinero a sus padres. Para él, pedir es humillante, es similar al niño de 2 años que no quiere que su madre le meta el tenedor con comida en su boca porque él quiere servirse solo.

El adolescente desea entrar en el mundo adulto, vender, comprar, quizás até emprender. Es muy importante tener contacto con un, o varios, adultos de confianza para ayudarlo en este momento. Recordamos que la ayuda del adulto tiene que ser por medio de dialogo, de guía. Nunca debemos rescatar al joven o ser un policía.

Si conseguimos ayudar a nuestro adolescente a atender esas necesidades, él entrará en el mundo adulto de una manera más consciente, más fuerte. Claro que los problemas surgirán, la fase de la adolescencia tiene muchas transformaciones y no será fácil seguramente, pero ya tendrá el camino un poco más fácil.

Es importante que nosotros, como padres, madres, profesores, no veamos al adolescente como un patito feo, un ser mimado y imbécil, como tantas veces la sociedad nos quiere pasar (muy similar a la idea de que los bebés de 2 años están en el terrible two, verdad?). Son seres que están en un momento increíble de sus vidas pero que viene con tanta fuerza, que necesita un adulto tranquilo y admirable que le ayude. No podemos estirar la niñez, pero tampoco forzarlos a entrar en una etapa que aun no están preparados. Siempre el secreto está en observar a nuestros hijos.

Es común ver a padres rescatando a sus hijos en la adolescencia como cuando eran bebés en el parque, y les colman de regalos o van a solucionar sus problemas con amigos o con profesores sin ayudarles a solucionar sus problemas por si mismos. Eso no les empodera a crecer. Por otro lado, también es común ver padres que desisten de sus adolescentes, tirando la toalla, «para que voy a hablar con él si no me escucha», es una de las frases más famosas en esta época. Ahora es muy importante ser un amigo de tu hijo, lo que hemos plantado en la primera infancia y en la niñez surgirá, confiemos en ellos. Dale tu mano, como un guía en su camino.

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Post editado el 30.11.2019.

Alessandra Mosquera
nuestrosmomentosmontessori@gmail.com

Alessandra Mosquera es periodista, asistente Montessori AMI 3 a 12 años y educadora de Disciplina Positiva para famílias y maestros formada por la PDA. Vive en Madrid, España, hace 18 años con su marido Ernesto, su hijo Izan y Moon, su perro Jack Russell. Le encanta pasar las tardes viendo una película con sus chicos con una mantita y un bol de palomitas.

2 Comments
  • Marina
    Posted at 15:53h, 19 abril Responder

    Cómo los ayudamos con la independencia financiera? Si colabora en casa? No comprendo.

    • Alessandra Mosquera
      Posted at 19:02h, 19 abril Responder

      Podemos ayudar fomentando que busque un trabajo. Puede ser un trabajo sencillo, pero hay que ser remunerado.

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