mi hijo siempre llega tarde al cole

Mi hijo siempre llega tarde al colegio

Esta semana los niños vuelven al colegio tras las vacaciones de invierno y, con la vuelta al cole, vuelven los problemas de antes de las vacaciones. Una queja muy común de las madres (y de los padres) es: mi hijo siempre llega tarde al colegio. A veces las familias ya están tan sin ideas que empiezan los castigos, los sobornos, y para evitar eso que hoy te cuento cómo puedes solucionar este problema.

Lo primero es intentar identificar porque el niño llega tarde. Puede ser por varias causas: quizás no duerma lo suficiente y acaba despertándose tarde, quizás esté pasando por algún problema en el colegio o en familia, o quizás sea solo una cuestión de organizarse mejor.

Organizar una reunión familiar

De todas las formas, yo te aconsejo a apuntar qué ha ocurrido para que tu hijo llegara tarde dos o tres días y luego organizar una reunión familiar para discutir lo que has observado y pedir una solución al problema.

También pido que apuntes cómo te comportas tú cuando eses retrasos ocurren. ¿Tienes tendencia a rescatar al niño, vistiéndole aunque él ya sepa vestirse solo? ¿Estas diciendo cada dos por tres: Fulano, faltan 5 minutos…faltan 3 minutos… faltan 2 minutos? ¿Pierdes la paciencia y le gritas?

La razón de observar a ti misma es importante porque puede dar señales de porqué tu hijo está perdiendo la hora para ir a clase. Puede ocurrir una lucha de poder entre vosotros, por ejemplo, que está reforzando eso.

Usa las preguntas de curiosidad

Si la reunión familiar no es posible en vuestra familia, puedes llamar a tu hijo para hablar y hacer preguntas de curiosidad. Es importante no sermonear, no gritar, no acusarle de nada. Intenta hacerlo en un momento en que tú te encuentres tranquila, porque sino puede que el chico no se relaje y no participe cómo es ideal.

Primero es necesario que expongas el problema que estáis pasando, en este caso, el hecho de llegar tarde al colegio. Explica que llegar tarde puede acarrear en consecuencias desagradables, como por ejemplo que él llegará con la clase empezada y tendrá problemas para comprender el profesor o perderá puntos y se reducirá su nota (hay colegios que lo hacen, por desgracia, pero existen)… en fín, la idea es exponer los hechos, nada más.

Entonces empiezas con las preguntas, para que él piense en la situación, la analise, y así podéis encontrar una solución. Por ejemplo:

Por que tú crees que llegas tarde al colegio? Puede ser por que no duermas lo suficiente?

Si él te contesta que sí, que no duerme lo bastante, entonces le contestas: ¿y cómo podemos solucionarlo? ¿Hacemos una lluvia de ideas?

Enséñale a organizarse

Muchas veces los niños son impuntuales porque no saben organizarse. Si es un niño que no tiene mucha autonomía es muy probable que necesite ayuda para aprender a hacerlo. Pero, atención: ayudar no significa hacer por él. Puede ser tentador, porque siempre lo hacemos más rápido y de forma más eficiente, pero si no le dejamos hacer, nunca aprenderá. Además es mucho más que ser puntual, es ser responsable.

Podéis hacer una lista de cosas a hacer antes de acostarse para que, por la mañana, no sea una locura. Por ejemplo, dejar preparado el uniforme o la ropa del colegio sobre una silla al lado de la cama, para vestirse así que se despierta. Dejar la mochila preparada con todo lo necesario ya al lado de la puerta. Acordar con una hora determinada para irse a la cama (y no saltarla nunca).

Déjale que participe de la elaboración de la lista, que de sugerencias, que la escriba y la deje en un lugar muy visible para él. La idea es que el niño participe de la toma de decisiones, porque participando no solo aumentará su autoestima como también desarrollará su sentido de responsabilidad.

¿Y si nada de eso funciona?

Pues no pasa nada. A reunirse otra vez para discutir los resultados de las medidas tomadas y a pensar en otras soluciones posibles.

Lo que te pido que evites hacer es rescatar a tu hijo. Aunque esté cantado que no va a funcionar una solución que él ha propuesto, déjale que la pruebe. Primero, porque quizás tengas una sorpresa y sí funcionará. Segundo, porque aunque no funcione, él aprenderá con eso.

Pensemos en la guia Montessori de Taller. En los colegios Montessori, los niños de 6 a 12 años (la etapa de Taller) tienen de tomar decisiones constantemente sobre su trabajo y actuar en consecuencia con lo que fue acordado. La guía no le fuerza a hacer lo que ella quiere, o lo que cree que debe. Puede decirle la probable consecuencia que ocurrirá, pero no puede convencer el niño a hacer lo que él no quiera.

A mí me encanta la historia de Gabriel Salomao de cuando estaba en Taller y se tiró un año estudiando Lengua y apenas tomó clases de Matemáticas. Su guía le permitió hacerlo. Sí que lo avisó que eso podría traer consecuencias complicadas, como por ejemplo, tener de estudiar todo el contenido en muy poco tiempo. Aun así él lo hizo, y ella lo permitió. Luego,él tuvo de correr con el curriculum de Mates, pero pudo desarrollar lo que su cerebro le pedía, que era estudiar Lengua, y a la vez, aprendió a responsabilizarse por sus actos.

Si te gusta buscar soluciones en lugar de castigar y sobornar, si crees que los niños necesitan apoyo y guía pero no necesitan ser rescatados, te invito a seguir Nuestros Momentos Montessori para conocer más estrategias como esas. Puedes entrar en nuestra comunidad para no perder ningún post y ser la primera a enterarse de las novedades, suscribiéndote a nuestra newsletter abajo:

Alessandra Mosquera
nuestrosmomentosmontessori@gmail.com

Alessandra Mosquera es periodista, asistente Montessori AMI 3 a 12 años y educadora de Disciplina Positiva para famílias y maestros formada por la PDA. Vive en Madrid, España, hace 18 años con su marido Ernesto, su hijo Izan y Moon, su perro Jack Russell. Le encanta pasar las tardes viendo una película con sus chicos con una mantita y un bol de palomitas.

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