espacio de artes

¿Por que en todas las casas debería existir un rincón de artes?

Escribo Nuestros Momentos Montessori desde 2016 y, si eres mi seguidor antiguo, sabrás que siempre he defendido la importancia de tener un espacio de artes para los niños en casa. Incluso yo diría que son más importantes que los juguetes, en muchos casos.

Izan jugando con plastilina casera en verano. Aquí tenía unos 5 años

De niña, me madre me apuntó a una escuela de artes del ayuntamiento y todavía recuerdo mis días allí con mucho cariño. Con mi hijo intento hacer lo mismo y desde que él tenía 3 años, mas o menos, tenemos un espacio de artes para él. A principio era una estantería, una mesa y una silla bajas y una pizarra en el salón. Hoy se limita a un carrito Raskog de Ikea. Pero él sigue teniendo su espacio y lo usa, con 11 añazos.

Nuestro espacio de artes cuando Izan tenía 4, 5 años

A veces recibo comentarios de seguidoras o de amigas diciendo «me parece tan bonito ver a Izan pintando, me gustaría que mi hijo hiciera lo mismo pero es imposible». Cuando contesto que es cuestión de confiar en el niño, de enseñarle, de estar con él, se me quedan mirando. No hay magia.

En este post te explicaré porque todos los niños deberían tener un espacio de artes en casa, aunque fuese un carrito.

  1. Porque fomenta la creatividad: parece ser el motivo más obvio, y mucha gente dice «ya, formar un pequeño Picasso». No se trata de eso. La pintura, escultura, el trabajo con materiales para reciclar, trabaja la creatividad a niveles que les ayudará en el futuro aunque trabajen en una oficina.
  2. Porque estimula la concentración: Maria Montessori ya decía que el niño concentrado es un un niño inmensamente feliz, y es verdad. Cuando encontramos nuestro hijo absorbido en la concentración es cuando vemos el niño en su plenitud, en su esplendor, siendo él mismo, entrando en contacto con su maestro interior. Muchos profesores dicen que debemos das puzzles a los niños. Los puzzles están bien pero el arte… ah, el arte sí trabaja la concentración como pocas opciones.
  3. Porque trabaja las funciones ejecutivas: especialmente a partir de los 6 años, cuando el niño entra en el segundo plano de desarrollo y su cerebro prefrontal pasa a desarrollarse, es muy importante trabajar con las funciones ejecutivas. Es ahí que él practicará la solución de problemas, las preguntas, el aprendizaje.
  4. Porque trabaja el vocabulario. Especialmente cuando son pequeños, aprenderán mucho con los nombres, técnicas… de mayor también ese aprendizaje continua.
  5. Porque prepara la mente matemática. Será haciendo artes que el niño se dará cuenta de la simetría, de la geometría, de las cantidades, de varios tópicos que se estudian en matemáticas y aquí los vemos en la practica.
  6. Porque acompaña el niño desde que es pequeño hasta entrar en la adolescencia. Y puede que para siempre. «Ah, pero mi hijo solo quiere jugar al Fortnite». Será mismo? Será que tú le has dado la oportunidad de probar? Y sí has dado, como has dado?
  7. Porque el espacio de artes está íntimamente ligado a la ciencia: así como pasa con el vocabulario y las matemáticas, muchas veces tu hijo realizará una actividad de artes que le llevará a preguntar sobre física y química. El espacio de artes es un pequeño laboratorio!
  8. Porque sirve para el niño tener una relación de confianza con el arte desde muy pequeño. Cuantas veces pasa que un niño hace un dibujo en el colegio y la profesora dice «así no se hace»? O se queja de que sale de las líneas? O que no se puede pintar el elefante de rojo? Y luego el niño llega a primaria desmotivado y solo quiere hacer lo que el profesor manda para despachar rápido. Es una pena! Tener una relación de confianza con el arte es terapéutico, ayuda al niño a confiar en si mismo. No se trata de construir un Picasso (quién sabe?). Se trata de dar al niño herramientas para confiar en si mismo.
Izan, 10 años, aprendiendo a usar masa polimérica

A veces Izan, 11 años, entra en mi habitación cuando estoy escribiendo, o grabando vídeos, y me dice «quiero hacer algo pero no lo sé qué es». Yo le contesto que siga pensando, que ya vendrá. Después de unos minutos entra en mi habitación otra vez y me pregunta por algún material concreto. Y ya sé que está queriendo crear.

Izan trabajando en su habitación con purpurina, cola y tampones de botellas de vino. Tenía casi 9 años.

De pequeño, le gustaba crear conmigo, pero ahora él ya hace sus creaciones solo, en su habitación, o a veces en la habitación Montessori. Coge el carrito, separa lo que necesita, a lo mejor pregunta por algo que no encuentra y se va. Los niños de 6 a 12 años son así.

Aprendí mucho con bloggers maravillosas como Megan Schiller de ArtPantry y con Jean de The Artful Parent, las sigo hace años y solo puedo decirles muchas gracias por tanto que han compartido y enseñado desde el otro lado de la pantalla. Megan tiene una entrevista dada al Washington Post que recomiendo la lectura.

Izan pintando rostros de distintas razas con imprimible de The Artful Parent

A veces escucho personas diciendo que en Montessori no se fomenta la creatividad o las artes, y es una gran ignorancia. En las escuelas Montessori hay una área de artes también y los niños la usan muchísimo. En Taller (6 a 12 años) hay una gran preocupación por el uso de las manos de forma creativa. Los niños no solo dibujan, pero recortan, hacen esculturas, bordan, cosen, crean tipos de letras, hacen manualidades con calcetines o guantes, hacen pulseras con hilos de colores, encuadernación.

Te recomiendo mucho tener un espacio de artes para tus niños! Y si vives en una casa pequeña, siempre se puede usar un carrito, como nosotros.

Te ha gustado este post? Pues no dejes de compartirlo entre tus amigos para que más personas conozcan a Nuestros Momentos Montessori! Y si aún no estás en la comunidad de la newsletter, deja tu email abajo y recibirás todas nuestras noticias semanalmente. No te preocupes, nunca te enviaré spam y puedes darte de baja cuando quieras.

Alessandra Mosquera
nuestrosmomentosmontessori@gmail.com

Alessandra Mosquera es periodista, asistente Montessori AMI 3 a 12 años y educadora de Disciplina Positiva para famílias y maestros formada por la PDA. Vive en Madrid, España, hace 18 años con su marido Ernesto, su hijo Izan y Moon, su perro Jack Russell. Le encanta pasar las tardes viendo una película con sus chicos con una mantita y un bol de palomitas.

1 Comment

Post A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.