Tu niño Montessori todavía necesita no ser interrumpido

Una de las máximas más conocidas (y más importantes) en Montessori es: «nunca interrumpa a un niño en una actividad en que él cree que puede hacer solo». Es una frase que conocemos luego que tomamos contacto con Montessori y que es muy mencionada en la fase de 3 a 6 años, pero es algo que sigue igual de importante después de esa edad también. ¿Y por que es tan importante no intervenir? Por que, aunque sepamos de eso,¿ seguimos interrumpiendo a nuestros hijos y alumnos?


Cuando Maria Montessori dijo que no debíamos interrumpir a un niño era por la importancia de no romper su concentración – «el niño que se concentra es inmensamente feliz», ya decía ella. Es una frase repetida hoy por muchos estudiosos del cérebro humano. La concentración está relacionada con las funciones ejecutivas del cérebro, y está totalmente relacionado con un desarrollo emocional óptimo, una mejor socialización y un mejor resultado académico.

La importancia de la concentración

Como padres, podemos observar muy fácil. Supongas que a tu hijo le encanta pintar con témperas. Un día, decides dejarlo pintando, en silencio. Te escondes y lo observas, desde una cierta distancia. Verás como está relajado, como sus ojos acompañan los movimientos del pincel, como la mano desliza de una manera controlada.

Parece que él está en otra dimensión. Quizás se ponga a cantar bajito (el mío lo hace), sunmerso en su mundo interior. Estará tan entregado a lo que le gusta que verás felicidad en sus ojos.

Toda esa tranquilidad también aparecerá después, a la hora de charlar, cenar, ducharse, hasta irse a la cama.

La concentración viene del trabajo, especialmente el que realizamos con las manos. De ahí que es tan importante el area de Vida Práctica en Montessori. No se trata solo de lavar platos o limpiar una mesa. Se trata de entrar en contacto con tu yo interior.

Un niño de 2 años sabe hacerlo naturalmente. El de 6 también, pero puede desconectarse de ello si no permitimos que tenga esa experiencia.

El peligro de no vivir la concentración

En mi opinión, el mayor peligro que puede ocurrir con los niños después de los 6 años es justamente perder esa conexión con ellos mismos por medio de la concentración. Los chicos y chicas empiezan Primaria a los 6 años, muchos en una escuela publica cerca de casa que muchas veces no tiene nada de Montessori.

A veces son niños que estudiaron en Casa de Niños entre los 3 y 6 años pero sus padres no encontraron un cole Montessori con Primaria. Sí, es verdad que lo adquirido nunca se pierde, pero es triste ver que muchos niños no pueden seguir con Montessori. Hay algunos (muchos) que ni siquiera han podido pisar alguna vez en sus vidas a un establecimiento que enseña Montessori.

Los niños empiezan Primaria en una escuela tradicional y vienen los deberes, examenes… las familias se cansan al acompañar a sus chicos y es comun que sea ahí que aquellas, que antes hacían «un poco de Montessori», decidan abandonar. Es dificil conciliar con tanta presión. ¿Como hacer Montessori en casa si ahora el niño mal tiene tiempo para jugar?

Y es justamente cuando la necesidad de mantener Montessori en la vida de este niño es urgente.

Cómo proporcionar concentración a tu hijo mayor de 6 años

Para encontrar la concentración, las actividades de Vida Práctica son las mejores y son las utilizadas en Montessori. Un niño mayor de 6 años puede y debe seguir realizando esas actividades, pero ahora necesita de algo más de desafio.

Si a tu hijo le gusta cocinar, intenta buscar recetas más elaboradas. Que necesite seguir más pasos, usar más las manos. La Vida Práctica en el Segundo Plano es distinta, ahora debemos dar la oportunidad al niño de salir y conocer el mundo. Claro que no abrirás la puerta de tu casa y le dirás «vete», hay que pensar antes adónde iremos, cómo iremos, que necesitamos para ir a ese lugar… los principios del Going Out, que es la vida práctica de los niños de 6 a 12 años en Montessori.

Utilizar las manos sigue siendo importante. Puedes proporcionarle la oportunidad de aprender a hacer ganchillo o bordado, de trabajar la madera, pintar, usar cerámica…

¿Cómo el Adulto Preparado puede ayudar en estas horas? Permita a tu niño que lo haga. Confia en él. Permita que ordene su cama solo, aunque no la deje perfecta. Muchos tienen el impulso de decir «deja que lo hago yo» cuando ve como un niño de 6, 7 o 8 años deja una cama «ordenada». Sí, es posible que la sábana bajera no estará tiesa, pero cuando haces eso, el mensaje que el niño recibe es: «no hago nada bien».

No te preocupes, con el tiempo, él acabará descubriendo que la sábana bajera con arrugas incomoda el cuerpo al echarse y que basta tirar un poco antes de poner el edredom.
En segundo lugar, enseñando al niño, con movimientos cortos, lentos, desmembrando cada acción. A partir de los 6 años ya no es tan necesario el silencio como en la fase de 3 a 6 pero hablar demasiado puede provocar que la mente del niño «se vaya», por eso es bueno no usar muchas palabras, solo las necesarias. «Para arreglar la cama, primero quitamos el edredom así… después la almohada, así… ahora alisamos la sábana bajera…»Así, sin gritos, sin prisas, sin juzgarle, solamente diciendo como se hace.
En tercero lugar, entonces invitamos al niño a probar. «Y es así que se arregla la cama. Quieres probarlo tú?», y dejále que saque todo que acabastes de arreglar para que él lo haga. No lo corrijas. No caiga en la tentación de «no, así no, mira, si tiramos de aquí queda mejor». Respeta su trabajo. «Nunca interrumpa a un niño que progrese, no importa lo lento que sea» (Maria Montessori).

El círculo vicioso que el adulto cae


Como niños desrespetados que un día fuimos, es muy fácil caer en la trampa de no confiar en el niño.

Corrigimos, interrumpimos, no damos la importancia debida a lo que él está haciendo, como si fuera algo trivial. Nosotros crecemos así, nuestros padres, profesores, abuelos nos han enseñado a ser así.

Ellos no sabían y hacían por amor. Pero ahora nosotros ya sabemos y es la hora de romper el circulo vicioso. Cuando confiamos en nuestro hijo, tenemos una sorpresa. Vemos a un futuro adulto delante de nosotros, empático, tranquilo y con amor a si mismo.

¿Te ha gustado este post? Pues deja un comentario abajo y comparta para que más personas conozcan a Nuestros Momentos Montessori. Y si te gustaría ser parte de la comunidad, deja tu email AQUI y pasarás a recibir nuestra newsletter todas las semanas. Recibirás el ebook gratuito «Que Debes Saber Sobre tu Hijo de 6 a 12 años» y sabrás antes de nadie sobre descuentos para nuestros cursos.

Alessandra Mosquera
nuestrosmomentosmontessori@gmail.com

Alessandra Mosquera es periodista, asistente Montessori AMI 3 a 12 años y educadora de Disciplina Positiva para famílias y maestros formada por la PDA. Vive en Madrid, España, hace 18 años con su marido Ernesto, su hijo Izan y Moon, su perro Jack Russell. Le encanta pasar las tardes viendo una película con sus chicos con una mantita y un bol de palomitas.

2 Comments
  • Angie
    Posted at 21:14h, 12 enero Responder

    Me ha gustado mucho este post. Es muy inspirador. Mi hijo tiene esa edad y a veces pienso en abandonar esta filosofía pero es cierto que la vida práctica es genial para seguir introduciémdola. Muchas gracias. Me ha servido mucho

Post A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.