25 Mar Montessori liberta el adulto al libertar al Niño
En los últimos cinco anos, se habla mucho sobre Montessori en las redes sociales. Se ha convertido en un grande «boom», que algunos llaman de moda. Hay tanta información sobre Montessori, correcta e incorrecta, que a veces es difícil entender de qué se trata realmente y podemos interpretar de manera equivocada. Algunas familias pueden pensar que Montessori culpa demasiado el adulto o que es una filosofía difícil de llevar en casa en los días actuales. Sin embargo, Montessori liberta al adulto al libertar el niño.
Leyendo «El Niño y el Secreto de la Infancia» de Maria Montessori podemos pensar que ella estaba totalmente en contra de los padres. Muchas veces al largo del libro ella acusa al adulto de tirano, orgulloso, egocéntrico. Pero lo que ella pretendía con eso era enseñarnos cómo reprimimos al niño y cometemos errores sin querer.
Nos equivocamos pensando que estamos actuando por el bien del niño – «es que si no le grito/castigo él nunca va a aprender» – o porque fue así que fuimos criados y no sabemos hacer distinto – «mis padres hacían así conmigo y no me ha salido tan mal» -, o quizás porque tenemos miedo de lo que los demás pensarán si actuamos distinto con nuestro hijo, entre tantas razones. Pero en todas sus acusaciones Maria Montessori lo que quiere es que el adulto piense cómo está equivocado y, a partir de ahí, actuar distinto.
Cómo enseñan la pa/maternidad hoy
Ah, pero es tan difícil criar a un niño. Sí, claro que lo es, es la tarea más difícil de todas. Pero no tiene que ser una tortura. Cuántas veces encuentro memes haciendo bromas con la tarea de ser padres: imágenes de supuestas madres sentadas en el váter despeinadas al lado de dos pequeños que parecen reclamar su atención y una frase más o menos así: «bienvenida a la maternidad». O entonces fotos de niños teniendo «rabietas» (como odio esta palabra) y la frase abajo: «ya has tomado tu anticonceptivo hoy?».
Vale, el humor sirve para relajar. No hay que llevar todo tan a serio. Pero muchas veces veo esos memes y me pregunto porqué nos gusta tanto ridiculizar la maternidad y la paternidad. ¿Es así que acreditamos, de verdad, que ayudamos unos a otros en la tarea de criar?
Cada persona busca su manera de conciliar como puede. Criar a uno o varios niños en la época en que vivimos, sin red de apoyo, y prácticamente viviendo para trabajar, es horrible.
¿Cómo salir del bucle del estrés?
Para contrarrestar, algunos prefieren practicar yoga, meditación o mindfulness. También puedes escribir un diario, algo que aprendí cuándo hacía terapia. Para eso, puedes apuntar lo que ocurrió, y, después, cómo te sentiste, dando una nota de 0 a 10 (dónde 0 es menos intenso y 10, más intenso) para medir tus emociones. Con esta practica, puede que aprendas más sobre ti misma y que entiendas los gatillos de cuándo pierdes la paciencia y gritas con tu hijo, por ejemplo.
Realizando este ejercicio de auto análisis, descubrirás cómo es tu hijo también. Posiblemente te darás cuenta que es un individuo distinto de ti, y por eso no puedes exigirle, quizás, algunos comportamientos o actitudes que tú sí tendrías. Muchas veces discutimos con nuestros hijos por que queremos que él haga X. Pero resulta que X solo es importante para ti, a él no le importa ni lo más mínimo. ¿Por que eso es tan importante?
Nada es lo que parece a primera vista
Cuándo aprendemos a observar en Montessori lo primero que tenemos de aprender es que no podemos juzgar al niño, algo que es muy difícil. Estamos siempre juzgando y tomando conclusiones. Podemos mirar a una figura en una mesa desde un ángulo, y pensar que es un animal. Pero si giramos el cuerpo y cambiamos de ángulo, descubriremos a lo mejor que no es un animal y sí una planta, o una persona. Hice este ejercicio durante mi formación de asistente Montessori y fue muy interesante descubrir que nada es lo que parece a la primera vista.
Liberarnos de los perjuicios y de ideas preconcebidas sobre nuestro hijo o alumno puede ser muy difícil. Sin embargo cuando lo logramos, entonces le vemos con objetividad y todo cambia. Es el momento en que nos enteramos cómo estábamos equivocados. Y es ahí cuándo liberamos al niño.
Al liberarlo, por consecuencia nosotros también nos sentimos liberados de tanta presión que teníamos antes. Al fin y al cabo, ¿cual es la madre que le gusta gritar con su hijo? ¿A quién le gusta castigar a un pequeño? Y toda aquella sensación desagradable que teníamos al hacerlo «porque es para su bien», «porque me está tomando el pelo», «porque es eso que se espera de una madre/un padre» se va, desaparece, deja de tener importancia.
Vemos, entonces, la belleza del niño o de la niña que tenemos. Y descubrimos que lo difícil es entender a nosotros mismos.
¿Alguna vez Montessori te ha hecho sentir una madre peor? ¿Crees que es una filosofía muy difícil de seguir en la crianza? Espero tu comentario abajo! Y si te ha gustado este post, ¡no te olvides de compartirlo para que más personas conozcan a Nuestros Momentos Montessori!
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Maria
Posted at 23:03h, 25 marzoSoy humana y me equivoco. Grito a veces, otras estoy muy cansada para jugar. Montessori me ha servido para conectar mejor con mis hijos, pero también para exigirme más, y a veces demasiado
Alessandra Mosquera
Posted at 11:09h, 27 marzoEs normal sentirse cansada y sobrepasada en algunas situaciones. Lo mejor es descansar un poco, aceptarse y luego volver otra vez a conectarse con ellos. Es todo un aprendizaje. Estamos todas buscando nuestro equilibrio