28 Feb Cómo hacer Montessori en casa sin desesperarse
Muchas veces recibo comentarios, en el blog o en las redes sociales, de mamás que me siguen y se dicen abrumadas, cansadas, perdidas, sin saber cómo hacer para seguir con el método en casa. Tanto familias con un niño o varios, como aquellas que hacen afterschooling o no. Hoy daré algunos consejos y compartiré mi experiencia de 6 años con Montessori en casa esperando daros un poco de luz!
Montessori no tiene porqué ser caro
Ya he escrito un post largo y tendido sobre este asunto, pero vuelvo a repetir. Muchas veces pensamos que tenemos que comprar toneladas de materiales y de muebles para hacer Montessori en casa. No es de eso que se trata. El mejor material que podrás dar a tu hijo, o a tu hija, es una banqueta para que pueda subir y así alcanzar lo que está más alto. No necesitamos siquiera la learning tower. Mi hijo nunca se ha caído de su banqueta, no veo ninguna necesidad de gastarse el dinero o de construir una. Pero si a ti te gusta, pues adelante. Pero entienda: no es necesario.
Montessori es preparación interior
Lo que sí necesitas es estudiar. Mucho. Siempre. Lo mejor son los libros de la propria Maria Montessori, que puedes encontrar en las tiendas especializadas de materiales Montessori o en las librerías.
Hay muchos recursos on line para estudiar la filosofía y el método Montessori, cursos si quieres aprender a utilizar materiales, como los de Jaisa Educativos. Si quieres profundizar en la filosofía puedes hacer un curso de Cristina Tébar de Montessori en Casa.
Pero solo hacer los cursos no es suficiente, tienes que aplicar lo que has aprendido, aunque sea a los poquitos, pasito a pasito.
También te aconsejo a tener una tribu Montessori, de amigos que también les gusta la filosofía, porque ir en carrera solo se hace muy difícil. Los grupos de discusión de Facebook y las comunidades que se forman en Instagram ayudan bastante pero siempre lo ideal es poder quedar en persona con el grupo.
No te olvides de Vida Práctica
Si tu hijo tiene 2 años, 4, 7 o 10 años, él necesita Vida Práctica.
La Vida Práctica es el área más importante a trabajar en casa, porque prepara para todo el resto. Hasta los 6 años, les ayuda a adquirir destrezas que luego serán importantes para aprender a leer, escribir y aprender las cuatro operaciones.
Después de los 6, les enseña a tener responsabilidad, a cuidarse de si mismo, a entender la sociedad y a aprender a vivir en ella. Actividades como aprender a tomar el metro solo, a utilizar Internet o el dinero con responsabilidad son las actividades de Vida Práctica a partir de los 6 años.
El Ambiente Preparado, tan amado y temido
A todas nosotras, mamás Montessori, nos encanta ver las fotos de ambientes Montessori en las redes sociales.
Hay algunos que son de verdad preciosos, especialmente los de los colegios, pero también hay homeschoolers americanas que nos dejan de boca abierta en Instagram (y yo soy la primera que se siente muy pequeña al ver esas imágenes), con estanterías, materiales y accesorios perfectos.
Todas sabemos la necesidad de tener un buen ambiente preparado y lo queremos muchísimo, es como si fuera un ente al que amamos pero a la vez lo tememos, porque siempre pensamos que podría estar mejor, que podría tener eso o aquello.
Durante años estuve intentando montar la habitación Montessori perfecta, y tras 6 años te digo con sinceridad: la habitación Montessori perfecta es aquella que se adapta a tu familia. No vale de nada compararse. Lo único que conseguirás es estancarse.
No busques la perfección. Hazlo, hazlo con lo que tengas, pero hazlo. Atrévete a ser imperfecta y pásalo bien!
Si no puedes contar con un gran espacio, puedes leer este post y si necesitas ideas para una habitación con dos niños, también puedes leer este.
Cómo acertar con el material
Esta es una duda muy común. A veces compramos un material Montessori pensando que nuestro niño lo usará mucho pero resulta que no le llama y el material se queda allí, en un rincón, lleno de polvo.
Que ha pasado? Eso ocurre mucho cuando los niños son pequeños, porque no sabemos aun reconocer el periodo sensible en que están, y puede que el material haya llegado tarde.
También puede que haya llegado temprano, y que él no está preparado para utilizar. Lo mejor es guardarlo por algunas semanas y luego probar sacarlo otra vez.
Es posible, igualmente, que hemos fallado en el momento de presentarlo. Podemos repetir la presentación de otra manera para atraer más. O puede que sencillamente no le guste el material, a veces pasa.
A mi hijo nunca le gustó el cubo del binomio, por ejemplo. Quizás porque no supe presentarlo bien, no lo sé. No tenemos la experiencia de una guía Montessori que lleva años con grupos de 40 niños. Es un aprendizaje.
Algo que observé en Izan es que después que él entró en el segundo plano de desarrollo está mucho más fácil hacer actividades Montessori con él. Aunque a veces cuesta, porque él está cansado del colegio, o porque solo quiere jugar con legos 🙂
Seguramente una guía te diría para seguir un curriculum Montessori de primaria para saber la orden de las presentaciones, y es verdad que hay muchos materiales que tienen de ser presentados en una secuencia. Sin embargo, lo que intento hacer es seguir el curriculum de su colegio. Es decir, si él está aprendiendo los países de Europa en sociales, pues vamos a utilizar el mapa Montessori para ver esos países de forma sensorial.
Nunca obligues a tu hijo (y tampoco a ti misma) a hacer una actividad
Antes de tener a Izan y descubrir todo el mundo de la crianza, lo mio era el mundo del perro. Teníamos a Panchito, nuestro labrador, y lo eduqué yo misma con la ayuda de libros y de videos de adiestramiento en positivo. Algo que aprendí en aquella época, muy valioso también en la crianza de nuestros hijos, es nunca obligar a un chico a hacer algo que él no quiera en aquel momento, y a nosotros tampoco.
Si estás desbordada, cansada, nerviosa… lo mejor es no hacer actividad Montessori. Puedes, por ejemplo, dar una vuelta en el campo, jugar a un juego de mesa, o asistir a una peli con tu niño con unas palomitas.
Si es el niño que demuestra no estar con ganas de actividades, también vale el mismo consejo. Es mejor dar una vuelta, asistir a una pelo, leer un cuento o hacer un bizcocho en familia. A veces ellos están hartos del colegio y no quieren hablar de sumas o de sustantivos. Y es ahí que entra mi próximo consejo…
Observa a tu hijo siempre
Soy pesada con ese consejo, pero es que es así, hay que observar al niño. Apuntar en un cuadernillo, en un bloque de notas del smartphone, lo que sea, pero observarle. Si él pregunta de dónde viene el agua de la lluvia, o porque la luna está roja en un eclipse, pues ya tienes tu oportunidad para pensar en una actividad. Puedes leer más sobre la observación en este post.
La casa nunca será un colegio
Cuando hacemos Montessori en familia, queremos hacer un colegio en miniatura en nuestra casa. Eso es un error, porque nunca lograremos transformar nuestra casa en un pequeño colegio Montessori.
No tenemos un grupo de 30 o de 40 niños en casa de distintas edades para que ocurra «la magia Montessori». Cuando trabajamos en un cole Montessori, vemos de una manera muy clara que el grupo tiene una importancia inmensa que en casa no es posible reproducir.
Puede que tengas dos, tres o cuatro hijos, y seguramente con ellos tendrás un efecto que en una casa con un hijo único no habrá. Pero aun así no tendrás los mismos resultados.
Sin embargo, eso no es importante. La casa no es un colegio, y eso no es malo, es solo distinto.
Tampoco tendrás materiales Nienhuis como en los colegios. Recuerda que en un colegio hay muchos niños utilizando los materiales y es importante que tengan la mejor calidad. Ya en casa puedes tirar de materiales DIY que te ahorran muchísimo dinero o comprar de segunda mano.
También hay opciones de plástico, que puede que no sean las utilizadas en los colegios, pero que en casa funcionan perfectamente, como los resaques. Además hay materiales que no son Montessori para nada pero que son muy útiles para aprender matemáticas, por ejemplo, como conté en este post.
Siga a tu niño (y a nadie más)
La frase más conocida de Maria Montessori es «siga al niño», como seguramente ya habrás leído y escuchado miles de veces. Y es de eso que se trata, de seguir a tu niño, y no hacer todo exactamente igual a aquella mamá Montessori que sigues en Instagram.
Recuerdo que, en mis primeros años, he pineado un montón de actividades que encontré en Pinterest. Y, luego, no hice ni 5% de aquello. ¡Es imposible!
Y, al fin y al cabo, lo más bonito del homeschooling, o del afterschooling, es justamente esto: hacer cómo y cuándo quieras.
Diviértete y sed imperfecta
No eres profesora tampoco guía Montessori… eres madre.
No exijas a ti misma ser perfecta. Nadie lo es. Y es ahí que está la belleza.
Claro que tienes de estudiar, aprender, buscar un equilibrio. Pero no te exijas demasiado. Permítete ser imperfecta, abraza tu vulnerabilidad, y especialmente, diviértete mucho con tu hijo.
Quizás un día compartas una foto en tus redes de tu hijo haciendo una determinada actividad y alguien dirá que estás haciendo mal, que has saltado algún paso o que el material es eso o aquello…
Recuerda que tú eres su madre, la persona que mejor le conoce, y que cada uno tiene su trayecto. ¡Descubre el tuyo!
Si te ha gustado este post, no olvides de compartirlo para que más familias conozcan a Nuestros Momentos Montessori. Y si no quieres perder ningún post y ser la primera a saber de nuestras novedades, suscríbete a la newsletter:
Pingback:Cómo hacer Montessori en casa sin desesperarse — Nuestros Momentos Montessori | Desde mi Salón
Posted at 18:28h, 01 marzo[…] a través de Cómo hacer Montessori en casa sin desesperarse — Nuestros Momentos Montessori […]
Taisa
Posted at 12:45h, 03 marzoMuy buena entrada. Sobre todo me gustó lo de las torres, que hace un tiempo a esta parte se ven por todas partes, y yo también las veo innecesarias y un armatoste. Mis hijos han usado escalón normal y no han tenido problema.
Por lo demás, he de reconocer que yo no soy de «presentar actividades» pero sí hemos hecho muchas cosas de inspiración montessori y he adaptado el espacio para ellos.
No me considero Mamá Montessori. 😛 E igualmente, me gusta conocerlo. Y sí, me encanta mirar los espacios preparados… y sé que no son para mí. 😀
Alessandra Mosquera
Posted at 17:40h, 05 marzoHola Taisa, muchas gracias por «pasar por aquí»! Sí, a mí siempre me ha parecido de lo más desnecesário las torres de aprendizaje, que bien que no soy la única a pensar así! 🙂 Bueno, a veces no nos consideramos «mamá Montessori» y somos mucho más que lo imaginamos! Un abrazo!