26 Abr Entrevista Nuestros Momentos Montessori con Gabriel Salomão de Lar Montessori
Celebrando el tercer cumpleblog, hoy os traigo una entrevista muy especial para mi. En España él no es muy conocido, pero sí lo es en Brasil y en Portugal. Conocí a Maria Montessori gracias a dos personas: a mi hijo y a él. Si este blog existe, es en parte por él, que para mí es una gran inspiración en mi trabajo transmitiendo el mensaje de Montessori. Hoy la Entrevista Nuestros Momentos Montessori es con Gabriel Salomão, de Lar Montessori.
Gabriel Salomão es brasileño y fue alumno de un colegio Montessori por 12 años en S. Paulo. Él transmite Montessori en su página web, Lar Montessori (hogar Montessori, en portugués), la mayor web en lengua portuguesa sobre el método y la filosofía Montessori.
Tiene un canal de Youtube, donde encontrarás dos Círculos de Estudos Montessori sobre los libros «El Niño y el Secreto de la Infancia» y «Mente Absorbente», y muchos vídeos solucionando dudas de famílias y educadores. Realiza cursos presenciales de la filosofía Montessori por todo Brasil y también estuvo hace algunos meses en Portugal. Además, es autor del libro «Princípios de Montessori para Famílias e Outros Textos».
Escucharle hablar es maravilloso, sin más nin menos, por la manera que transmite Montessori con tanta claridad y amor. Le debo mucho, no solo conocer a Montessori pero también a Brené Brown y tantos autores de referencia. Quería hacer esta entrevista hace mucho tiempo, y por fin los planetas se sincronizaran y lo permitieron! Tengo pendiente un viaje a Brasil para conocerle en persona y darle un abrazo.
Bueno, os dejo con la entrevista, para que lo conozcáis. Sugiero que visites su canal en Youtube. Es pura sabiduría. ¡Espero que os guste!
- Hola Gabriel, es un honor tenerte aquí en Nuestros Momentos Montessori. Creo que la mayor parte de los seguidores españoles y de Latina América no te conocen, por eso me gustaría pedirte, primero, que nos contara cómo Montessori entró en tu vida y por qué decidiste transmitir su mensaje.
Muchas gracias por la invitación, Alessandra! Es un placer estar aquí. Fui alumno de una escuela Montessori por 12 años, en Brasil. Más tarde, llegué a ser profesor de una escuela tradicional, pero me incomodaba la ineficacia de la escuela. Pocos niños aprendían. Casi ninguno leía. Volví a Montessori, con el propósito de encontrar herramientas para mejorar mi práctica. Pero, cuando terminé el primer libro que encontré de Montessori, dije a mí mismo: «si no hubiera sido alumno de una escuela Montessori, pensaría que eso es mentira. Pero sé que no lo es. Y, si no es mentira, es la solución para todos los problemas de la educación.» Entonces, decidí dedicar mi vida a llevar las descubiertas de Montessori adelante. Porque tenía, y tengo, prisa, empecé escribiendo para las familias – que comprenden más rápido, y cambian más rápido, que las escuelas. El mensaje fundamental de Montessori sirve para cualquier adulto con niños, y las familias fueron las responsables por empezar una nueva ola de Montessori en Brasil, desde entonces.
2. Tuviste la suerte de estudiar en un colegio Montessori por 12 años, algo que muchos de nosotros nos gustaría haber vivido. ¿Cómo es estudiar en un colegio Montessori? De aquellos años de niño, qué es lo que recuerdas con más cariño, que más te marcó?
Sinceramente, es una pasada. Y yo ya lo sabía que lo era cuándo estaba allí, lo que es aun mejor. En las vísperas de las vacaciones, era muy común ver a alumnos tristes, a veces incluso llorando, porque estaríamos lejos del cole y unos de los otros por mucho tiempo.
De todo lo que viví, lo que más me marcó fue la permisión para no obedecer siempre. Había los pedidos y las órdenes de los profesores, pero había la posibilidad de eligir no obedecer. Por supuesto, eso tenía consecuencias. Una vez, no podíamos plantar un jardín en una determinada área del colegio, pero pensábamos que debíamos hacerlo, y lo plantamos. La consecuencia fue que el colegio cambió de idea y nos dio materiales para mejorarlo después.
En una otra ocasión, pasé casi un año entero sin estudiar Matemáticas, y la consecuencia fue que necesité estudiar muchas mates deprisa y corriendo en el año siguiente, y mal restaba tiempo para lo demás.
Siempre había ese espacio para la desobediencia y eso me fascinaba. Sigue fascinándome hasta hoy. En mi opinión, la desobediencia es brillante, y creo que solo se sabe desobedecer cuando también se sabe obedecer, entonces recuerdo de ese equilibrio con un cariño enorme.
Recuerdo también de cómo me sentía en casa cuando estaba en el cole. Como si fuera hoy por la mañana, recuerdo de caminar por una parte abierta del colegio, mirar las letras de su nombre en una pared, y pensar: «es aquí, mi otra casa. No estudio aquí. Yo vivo aquí. Es mi casa de verdad, de verdad». Así, fuerte, mismo. Y sí que era mi casa de verdad. Tuve otras casas después, y aprendí a sentirme cómodo en el colegio, de estilo tradicional, del Bachillerato al que fui después, y también en la Universidad, que aun frecuento (Gabriel está realizando estudios de Doctorado). Pero allí, en el colegio Montessori, yo podía vivir en él, y sí que vivía.
3. No puedo evitar mi curiosidad: cual era tu material Montessori favorito (o materiales, porque acredito que sea difícil decir solo uno) cuándo eras alumno?
Es curioso, pero no fui tan marcado por los materiales. Creo que ellos fascinan más a los adultos que a los niños. Para los niños, creo que son objectos del día a día que ayudan a HACER cosas, y esas cosas, que se HACEN, marcaron mucho más a mí que los materiales en sí. Recuerdo mucho de dos materiales de Vida Práctica, uno con esponja, y otro con cuentagotas, que me gustaban. Había un cuadro de banderas, que no era un material Montessori, pero me encantaba también. De todos los materiales de la sala, mi favorito era un conjunto de miniaturas que usábamos para escribir. Era un gran gabinete de cajones, con 26 cajoncitos, y cada uno con tres o cuatro miniaturas de objectos que empezaban con una letra específica. Me encantaba abrir los cajones y ver si estaba todo allí dentro. También tenía algunas miniaturas favoritas. Pero mira, recuerdo poco de escribir con este material, mi placer era observar si estaba todo allí dentro.
4. Hoy eres el autor de Lar Montessori, la web más grande en lengua portuguesa sobre el método y la filosofía Montessori. Escribistes un libro y da cursos por todo Brasil e incluso ha dado uno en Portugal, hace algunos meses. En todos esos años en contacto con familias y profesores, cual es la búsqueda más común de parte de esos grupos cuanto al Niño? Y cómo crees que podemos, nosotros Montessorianos, a ayudar a encontrarla?
Creo que a los adultos les gustaría conseguir dos cosas: ayudar a los niños a ser perfectamente felices, y, a la vez, hacerlos perfectamente obedientes. Es curioso, porque es imposible, y todo el mundo lo sabe, pero aun así, lo buscamos. En general, veo a las familias buscando vivir en paz, de verdad, sentir la paz, en un mundo que es agitado y turbulento y que dificulta eso.
El camino que busco seguir en Lar Montessori es ayudarlos a construir esa paz que, para Montessori, es la consecuencia de la libertad. Creo que hay algunas cosas que podemos hacer junto a las familias: pasar adelante las descubiertas que Montessori y montessorianos hicieron por observación sobre el desarrollo del niño y del adolescente, explicar cómo y por qué se prepara un ambiente para cada edad y quitar del camino de la paz los obstáculos colocados por los perjuicios – demasiada ayuda, demasiadas interrupciones, demasiadas prohibiciones.
5. Gabriel, esamos en pleno 2019, más de 60 años desde la muerte de Maria Montessori… cual es el balance que haces sobre la situación del Niño tras todos esos años? Cuanto todavía nos queda por hacer para darle una vida mejor?
Mi hijo estudia en un colegio tradicional porque decidimos vivir en el campo y allí no hay escuelas Montessori. Hace unos días, él tenía como deberes entrevistar a adultos sobre la Declaración de los Derechos del Niño. Él preguntó a mí cual era el derecho del niño que todavía no es respetado. Y yo le contesté: todos, hijo. Vamos eligir uno para tus deberes, pero ninguno de los derechos son respetados.
Creo que de la época de Montessori para cá, ganamos dos cosas: legislación que protege al niño de palizas, en varios países, y de cualquier nivel de violencia física, en algunos pocos países; y ganamos alguna conscientización sobre la importancia del estudio científico del ser humano en desarrollo para una educación mejor.
Hoy, una parte importante de los educadores sabe algo sobre el cerebro del niño, y lo mismo es verdad sobre los padres. Pero aun nos falta todo. Todavía no vemos a los niños como personas y eso es un obstáculo enorme para una educación libertadora. Creo que nos falta preparar mejor los espacios públicos, aseos, plazas, parques… hasta preparar la casa y tener en la midia un espacio similar al que hay hoy para las importantes luchas del feminismo y de la igualdad racial, para que se luche por la liberación del Niño.
6. «La salvación vendrá el Niño». Cómo podemos llegar a esa salvación que el mundo, quizás más que nunca, necesita?
Liberando el Niño. «Liberta al Niño y lo transformarás en el mundo», decía Montessori. Eso es verdad todavía a día de hoy – y siempre lo será. Los espacios que los niños están ocupando con el movimiento por la reforma de la reglamentación del porte de armas en Estados Unidos, la huelga escolar por mejores políticas contra el efecto invernadero en Reino Unido son ejemplos de que los niños libres pueden hacer, en una escala macro. En escala micro, las revoluciones ocurren dentro de colegios y de las casas. Solo necesitamos, como recomendaba Montessori, salir del camino, quitar los obstáculos y dar las condiciones necesarias para un buen desarrollo. El resto, nosotros no necesitamos realizar, pero sí permitir que sea realizado. Por el Niño.
Gabriel, muchísimas gracias por dedicar tu tiempo en contestar a esta entrevista de Nuestros Momentos Montessori. Para mí, es como tener en mi casa a la persona que más me inspira en mi trabajo. Soy tu admiradora y te debo mucho, te deseo mucho éxito en tu trabajo y muchas felicidades en el ámbito personal. Muchas gracias, de todo mi corazón. Sepas que aquí en España tienes una casa. Un abrazo.
¡Gracias a ti, Alessandra! Tu trabajo es fundamental. Nosotros solo podemos ir adelante juntos. Otro día, estaba hablando con alguien y dije que solo llegaremos a todos los niños si llegamos a todos los adultos. Agradezco muchísimo por compartir esta jornada, ojalá Nuestros Momentos Montessori transforme los momentos de muchas familias. Un abrazo grande desde Brasil!
Termino este post con una frase que escuché en mi curso de asistente Montessori AMI: «este, señores, es un niño Montessori».
Seguimos con la semana del cumpleblog, todavía me quedan dos posts más para terminar la celebración, así que no dejes de seguirnos! Y no te olvides de participar en el sorteo del curso de Supervivencia para Niños y Familias de Jaisa Educativos y del nuevo curso de Montessori para Niños de 6 a 12 años de Montessori en Casa.
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