23 Feb ¿Es Montessori para todos los adultos?
Entre la comunidad Montessori, decimos que la filosofía y el método pedagógico de la doctora es para todos los niños y niñas del mundo. No importa la cultura, religión, clase social… todos los niños y niñas pueden ser beneficiados por Montessori. ¿Y los adultos? Ya escuché muchas veces la frase: «Montessori es para todos los niños, pero no para todos los adultos». Tú también crees en eso?
Esta semana estaba en Facebook haciendo scroll y di con una publicación de mi amigo montessoriano Gabriel Salomão, en que él decía cómo esa idea tan común en Montessori está equivocada. Y por dos razones.
Primero, porque si deseamos llevar Montessori a todos los niños, es imposible no pasar primero por los adultos. Todos los niños conviven con adultos, y si excluimos adultos porque «no son aptos para Montessori», entonces lo que conseguiremos será excluir a esos niños y niñas que están sob el cuidado de esos «adultos inaptos».
La segunda razón porque esa idea está equivocada es que nosotros, como montessorianos, no somos tan superpoderosos así para decidir quién puede se transformar, y lo cuanto puede hacerlo. Cuánto alguien puede abrirse a lo nuevo y aprender un nuevo paradigma.
Nuestro prejuicio como Montessorianos
Puede que alguien diga: «ya, vale, pero Montessori no llega a todos los adultos. Puede ir hasta a alguien así o asá, pero en un individuo que no cumple con esas características, es imposible, y todos los niños que están bajo sus cuidados están condenados a nunca conocer Montessori.»
Y entonces Gabriel cuenta una experiencia que ha vivido, cuando conoció a una profesora que obligaba a los niños a comer en el comedor. Llegaba a tal punto que les forzaba a abrir la boca para meter la cuchara dentro. Cuando él la conoció, pensó que no podría hacer nada con esa mujer, que nunca llegaría Montessori a su alma. Así mismo, él realizó un curso de Montessori para profesores en esta escuela. ¿El resultado? La profesora cambió drásticamente. Él se quedó boquiaberto al verla en el comedor, días después del curso. No obligaba a los niños a comer. Hablaba despacio y bajito con ellos. Estaba mucho más amorosa y respetuosa. «Que hombre de poca fe fui», dice él en su publicación de Facebook.
Montessori solo será para todos los niños del mundo cuando llegue a ser para todos los adultos del mundo, concluye Gabriel, y estoy totalmente de acuerdo con él. Por eso es tan importante escribir blogs, crear cuentas en redes sociales, escribir libros sobre Montessori para familias. Porque hay que divulgar. Hay que llegar a todo el mundo. Hasta a aquellas personas que cualquiera diría «no, esas personas nunca comprenderán Montessori, nunca la tomarán para sus vidas». ¿Por que?
Somos montessorianos, pero somos seres humanos. No somos perfectos, tenemos perjuicios. Y eso ocurre más veces que queremos asumir. Cuantas veces escuché lo de «esas mamás Montessori que publican libros para familias», en tono despectivo. O entonces «una persona que no es maestra no puede ser guía Montessori». ¿Por que no? La propria Maria Montessori no era profesora. La primera guía que existió, la de San Lorenzo, era la hija de un portero, sin estudios. Montessori es una idea y sí puede ser llevada por madres que vivieron cambios en sus vidas gracias a ella.
Actuar sin mirar a quién
Lo importante es actuar. Seguir con nuestro trabajo de llevar Montessori a las personas. Puede que sea por un blog, o solo por un diálogo en la puerta del colegio de nuestros hijos. No es necesario decir «es que Montessori decía que». No, podemos llevar la idea adelante sin decir su nombre, si creemos que el otro puede no querer escucharlo.
También es importante no mirar a quién llevamos. No podemos tener ideas preconcebidas de que «a esa persona acredito que le gustará pero a esa otra no», porque nunca se sabe. A lo mejor sí, a «esa persona» no llegará Montessori. Pero quién sabe si llega? O a lo mejor no llega inmediatamente y sí dentro de algunos meses, o de años… nunca, nunca se sabe.
Es algo difícil, lo sé. Muchas veces pensé en proponer en el colegio de mi hijo una charla para familias sobre Montessori, pero nunca di el paso. Porque siempre acredito que me dirán que no. O aunque digan que sí, que no irá nadie escucharme. O si sí va alguien escucharme, se reirá de mi cara, se levantará antes que termine de hablar y dirá a todos «mira esa, quién se cree». Pero hay que trabajar nuestras inseguridades, verdad?
Con todo lo que acabo de exponer aquí, no quiero que penséis que «todo vale». No se trata de eso. Para llevar Montessori hay que estudiar, leer mucho, si es posible realizar formaciones, incluso. Hay una responsabilidad, por supuesto que sí. Requiere tomar cuidado con el mensaje que transmitimos, tanto para evitar que la gente acredite que es algo inaccesible, tampoco para que acredite que Montessori es una cama infantil con forma de casita. Montessori no es un estilo de decoración tampoco juguetes de madera. Es un método pedagógico avalado científicamente. Y también es una filosofía de vida para mejorar la vida de nuestros hijos y nuestras relaciones con ellos.
Quiero dar las gracias a Gabriel Salomão una vez más por conpartir discusiones tan inteligentes con su comunidad, de que hago parte con honor. Lar Montessori es la web de Gabriel, y te la recomiendo con creces.
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