30 Dic Feliz 6 años, mi niño
Hace ya unos días (bueno, semanas) que tú cumpliste 6 años. Parece increíble lo rápido que el tiempo ha pasado, cuando veo las fotografías en que te veo tan pequeñito y frágil, envuelto en su mantita azul bebé, y ahora verte tan alto, hablador, que no para quieto un minuto, haciendo preguntas a todo rato, pregunto a mí misma: ¿de verdad es el mismo niño? ¿Donde está el huracán que hizo el tiempo pasar tan deprisa?
Recuerdo nuestros primeros años juntos, cómo todo parecía pasar tan despacio. Podría jurar que nunca más dormiría o que tú nunca dejarías de llorar a la una de la madrugada de manera tan sin consuelo. O que siempre sentiría tu olor dulce de bebé al despertarme a tu ladito. ¿Cómo ahora puedes estar tan cambiado?
No sé en que momento pasó. Intento recordar cuando, en cual instante te hiciste tan mayor, ya un adulto en miniatura, casi. No lo sé. Pensaba que vivía tan intensamente tu niñez, con la intención de guardar en mi memoria cada segundo de tus maravillosos primeros años, pero ahora creo que algo he perdido.
Te hiciste grande muy rápido. Mucha gente avisó a mí que eso ocurriría, pero no imaginaba que sería tan, tan deprisa. A veces tengo ganas de volver en el tiempo, volver a vivir nuestro primer cruce de miradas, alrededor de aquel equipo médico enorme que en segundos desapareció de mis ojos como mágica y sólo veía a ti y tus ojos muy grandes mirándome sonriendo.
Y volver también para agarrar con mis manos la primera vez que me dijiste «te quiero», «mamãe», tus primeros pasos, tu primera carcajada, la primera vez que agarraste algo solo, cuando probaste fruta de verdad, cuando te regalé tu primer dinosaurio (compré un tiranosauro rex pero me han enviado un deinonicus por error, que nunca fue cambiado; el ancestro del velociraptor, que sería tu dino favorito), cuando entraste en el mar o tocaste la nieve por la primera vez. Agarrar esos momentos con mis manos y guardarlos en una cajita, cerrarla con una llave mágica que solo yo puedo abrir, y usarla para cuando te eche de menos o sencillamente para vivirlo otra vez.
Los primeros 6 años de tu vida han pasado. Los más importantes. Los que te acompañarán para siempre en tu vida, que harán de ti el hombre que serás. Siempre me pregunto: lo hice bien? Será que cometí muchos errores? Porque algunos sé que cometí, todas las madres del mundo cometen. Pero habrán sido muchos? Será que te afectarán demasiado? Cuando tengas 30 años y escuches tu voz interior, que frase que dije en esos seis primeros ecoará en tu mente?
Tu mente absorbente se encierra, ya has absorbido todo del mundo a tu alrededor. Hubo amor, conocimiento, alegría, sensaciones, palabras, historias, canciones, muchos lugares distintos. Hubo también momentos no tan buenos, de sombras, de arrepentimiento. Sé que es imposible evitar que esos momentos fuesen absorbidos. Sé que ellos harán parte de ti, para siempre, y que ahora que empiezas a tener una mente razonadora, eso todo saldrá hacia fuera y que empezarás a cuestionarlos más que nunca. Aquí estoy, mi amor, para acompañarte en esta nueva fase, que promete ser tan mágica cuanto a la que ahora termina. Tu padre y yo seguiremos haciendo nuestro mejor posible para que seas un hombre feliz, bueno y capaz de seguir con su vida y hacer del mundo un lugar más bonito.
Eres lo mejor que la vida me ha dado con creces, cada uno de esos 6 años han valido la pena y me hicieron una persona mejor. Te debo tanto! Me enseñastes tanto! Fuistes tan generoso, tan amoroso, tan paciente conmigo! Eres un gran maestro y siéntome la persona más afortunada del mundo por ser tu madre. De todos los viajes que hice, el de la maternidad fue lo más transformador y revelador y solamente puedo decirte: muchas gracias por haber elegido a mí.
Valle
Posted at 08:20h, 01 eneroPrecioso Alessandra! Gracias por compartir sentimientos tan profundos. Feliz Año!