izaneyo

Nueve vueltas alrededor del sol contigo

Nueve años.

Nueve años desde aquella mañana fría en que me sentí tan apavorada.

Nueve años que nuestras miradas se cruzaron y que ví tu sonrisa por la primera vez.

Nueve años que llevo contigo a mi lado, aprendiendo todos los días con tus palabras, tu risa, tu mirada, tus conclusiones maravillosas.

A veces me pregunto por qué tardaste tanto en venir. Pero la verdad es que nada llega antes de su hora.

Tengo que darte las gracias por tantas cosas, pero tantas… por me haber enseñado un mundo nuevo, un mundo de colores, de alegría, de esperanza.

Por me haber enseñado que puedo ser cualquiera que desee ser.

Estás en la mitad del Segundo Plano. Si estudiaras en un colegio Montessori estarías entrando en el «Upper El», como dicen las guías americanas. Y todavía no te he enseñado ni la mitad del curriculum del «Lower El»…

Sé que me dirías: «no pasa nada, Mami». Esta es la frase que te simboliza: no pasa nada. Don´t worry, be happy. Mi niño que ha llegado para traerme paz.

Cuando estoy decepcionada, tú me dices: «no pasa nada».

Cuando estoy triste, tú me dices: «no pasa nada».

Cuando estoy preocupada, tú me dices: «no pasa nada».

Una vez recuerdo que leí en algún lugar que tenemos los hijos que necesitamos tener. Es la más pura verdad. Tú llegaste para dar la paz que necesitaba en mi espiritu.

Ya no te entusiasman tanto los dinosaurios como antes. Otro día, te pregunté: ya no te gustan más los dinosaurios? Y me dijistes: claro que me gustan. Entonces volví a preguntar: y por qué no te veo jugando con ellos más? Y te callaste.

Creo que tú mismo no te habías dado cuenta. Estás creciendo, mi amor. Cada día más y más. Es algo que no podemos parar. Pero no tiene porque ser malo. No es malo.

Te estás tranformando a cada día en un hombre bueno, generoso, atento a los demás a tu alrededor. Espero que sigas así siempre, mi amor, porque el mundo necesita de personas como tú. Siempre.

Cada día preguntas algo nuevo. «Qué significa retrasado?». «Qué es un nazista?». «Qué es bullying?». Pero nunca me olvidaré en aquel día en el coche que dijiste que Papi no podría montar en bici por las calles de Nueva York porque Donald Trump no le iba a permitir.

Antes mirabas la arena del parque y sonreías. Mirabas a una hormiga e sonreías. Apuntaba a una piedra y sonreías.

Ahora son preguntas. Preguntas y preguntas. Sin parar. Y no las dices con una sonrisa en los labios. Las dices con la frente fruncida.

A veces me sorprendes. Aquel niño que no quería escribir, que no lograba inventar una frase, ha logrado este año escribir un cuento de Navidad de casi dos paginas. Solo. Sin ninguna ayuda. Y, en cima, el cuento está guay. Y pensé que es verdad, que ninguna flor abre antes de su momento.

También me sorprendo cuando «juegas a youtuber». Y te grabas a ti mismo en el Ipad (sin descargar en internet, por supuesto, como te enseñamos) hablando, gesticulando y moviendo las manos de una manera… que me pregunto: «adonde fue parar aquel niño tímido de antes?»

Cada día que pasa estás más con tu padre que conmigo. Y sé que eso es normal. Que ahora por delante será así. Estás dejando de ser mi niño para ser el chico de todos. Y eso es bonito. Aunque confieso que te echo de menos, a veces. Es imposible evitar el pensamiento: «él ya no me necesita».

Y parece que me lees el pensamiento, porque es cuando acredito en eso, que te acercas, me besas, me abrazas o me coges la mano cuando te doy un beso en la frente antes de ir a trabajar. Y mismo que estés adormilado, la agarras con tus dos manitas y abrazas a mi brazo, como si quisieras que yo me quedaras contigo en tu cama, como hacíamos no hace mucho tiempo.

Quiero que no te olvides que siempre seré tu puerto. Cuando necesites atracar a tu barco, soy tu puerto, y no me moveré nunca de donde estoy para recibirte.

Te quiero muchísimo, mi amor. Más que a mí misma. Todos los días de esos nueve años han sido los mejores de mi vida porque ahora tú estás aquí. Feliz cumpleaños, Izan.

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Alessandra Mosquera
nuestrosmomentosmontessori@gmail.com

Alessandra Mosquera es periodista, asistente Montessori AMI 3 a 12 años y educadora de Disciplina Positiva para famílias y maestros formada por la PDA. Vive en Madrid, España, hace 18 años con su marido Ernesto, su hijo Izan y Moon, su perro Jack Russell. Le encanta pasar las tardes viendo una película con sus chicos con una mantita y un bol de palomitas.

1 Comment
  • Marisa
    Posted at 02:21h, 16 diciembre Responder

    Que bonito… Muchisimas felicidades para Izan y para ti. Un beso enorme.

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