11 Dic Cómo tener una habitación Montessori y que tu hijo la disfrute

En esos cuatro años que llevo «haciendo montessori» con Izan si tiene algo que aprendí es que la habitación Montessori crece con el niño, está siempre en evolución y nosotros como madres y padres tenemos de estar atentos y observarlos siempre allí para hacer los cambios necesarios. Es un espacio vivo, y como tal, sufre transformaciones y requiere algunos cuidados para que el niño pueda disfrutar de él y sacar su mejor partido.
Muchas veces recibo mensajes de personas que siguen el blog y dicen que tienen una habitación Montessori en sus casas pero sus hijos no les hace caso, no quieren estar allí y no utilizan los materiales o juguetes dispuestos. Es un problema muy común y creo que todas que hacemos homeschooling (o afterschooling, como yo) montessori ya pasamos por ello. Por eso, decidí escribir este post con algunas tips para que podéis ver dónde estáis fallando y en que pueden mejorar.

1. Observar al niño: esto es esencial, es la primera regla de Montessori. Mi formadora AMI ya decía «sin observación no existe Montessori» y es la mayor verdad. Tengo de escribir un post solo sobre este tema, pero por ahora lo que aconsejo es que observes a tu hijo en este espacio con atención, sin hablarle, sin interrumpirle, cómo si fueras un fantasma y que él no puede verte casi. Y apunta lo que ves. Con que él juega? Con que no juega? Los muebles están muy altos o demasiado bajos? Como está la orden del ambiente? Así ya tendrás señales para estudiarlo.
2. La habitación montessori de un niño de 3 años no es la misma de un niño de 6, muchas veces pensamos, incluso en colegios, que los niños de 6 años son niños de Casa grandes, y esto es un error. Ahora ellos tienen otras necesidades, otra manera de relacionarse con los objetos y con el espacio, y es necesario que el ambiente atienda a esas necesidades (de ahí que es tan importante la observación). Las estanterías ya no tienen de ser tan bajas, la rotación de juguetes ya no funciona porque ellos los buscan por si mismos. Tampoco hay una necesidad de tener tan pocas cosas accesibles como ocurre de 3 a 6. Ahora ellos tienen más cosas a su disposición porque sus cerebros piden mucho trabajo y tienen necesidad de usar muchas cosas a la vez.
3. El orden: los niños de 6 años o más son muy desordenados, creo que incluso más cuando son pequeños. Es importante reforzar la necesidad de mantener el orden pero yo aconsejo que mires tu espacio con una mirada crítica y pregunte a ti mism@: me gustaría trabajar aquí? Si te sientes agobiad@ por tantas cosas amontonadas, seguro que tu hij@ también. Puede que sea la hora de hacer una pequeña reforma, sacar lo que no se usa más y distribuir lo que sí se usa de otra manera más fácil o más atrayente.

Dejo algunas imágenes de ambientes de Taller en colegios Montessori para dar una idea. Los espacios siguen siendo amplios, pero hay más mesas que antes, con dos sillas para que puedan trabajar en grupo. Las presentaciones son grupales, hay un espacio dedicado para ello. Hay mucho trabajo cooperativo y mucho más cosas a disposición del niño, aunque siguiendo su orden.


Hace algunos días he cambiado un poco la habitación Montessori de Izan, moví la estantería a otro lado y guardé los materiales que él no está utilizando, algunos incluso he vendido porque ya no eran adecuados a su edad o porque él no demostraba interés en usarlos. El resultado fue muy bueno, también compré una alfombra nueva que ha dado un toque más alegre y le gustó mucho.


Espero que a partir de ahora tengamos aquí muchos momentos montessori, de aprendizaje y risas.
¿Qué te ha parecido esos consejos? ¿Tienes alguna otra tip para dar que haya seguido en tu casa y ha sido útil? Espero tu comentario contando cómo fue. ¡Y no te olvides de compartir este post con tus amigos en las redes sociales!