15 Ene Diez años haciendo afterschooling

Todo empezó con una visita al bazar cerca de mi casa. Estaba decidida que no dejaría en las manos del colegio toda la responsabilidad por la formación académica de mi hijo. No podía pagar un colegio Montessori pero podía ofrecerle, en casa, con mis esfuerzos y conocimientos, todo que estuviera a mi alcance para darle Montessori así, «después de clase», es decir, afterschooling.

En este primer post del blog Nuestros Momentos Montessori ya dejaba claro que es posible hacer Montessori en casa aunque tenemos a nuestro hijo en un colegio tradicional y en este post explico qué es afterschooling. Porque la razón de que di el nombre Nuestros Momentos Montessori a este espacio fue justamente para compartir nuestro afterschooling, algo que, en este año de 2023, cumplimos diez años haciendo.

Todo empezó con unos pompones

Como os contaba, todo empezó con una visita al bazar. Compré pompones coloridos, una pinza de hielo y un bote de guardar cepillos de dentes, porque fue el único objeto con agujeros que encontré para hacer la actividad que tenía pensada. Y propuse a Izan, entonces con 2 años y medio, que hiciera una actividad de coger los `pompones con las pinzas y colocarlos dentro de los agujeros para practicar la psicomotricidad fina. Abajo tienes la foto de este «momento histórico» para nosotros, y aunque la calidad de la imagen es pésima por la poca luz y por el móvil que tenía entones, es una foto a que tengo muchísimo cariño.

Pensaba que estaba haciendo Montessori en casa. No estaba. Años más tarde descubriría que esta actividad no tiene nada que ver con el método Montessori, pero no importa. Fue nuestro primer paso. Fue ahí que todo empezó, un camino que llega hasta hoy, y que de allí para acá estuvo rellenado con momentos de conexión, risas, cariño, descubiertas, y mucho aprendizaje, creo que más para mí que para Izan.

Fue así que decidí aprender más sobre Montessori, leer libros, incluso en inglés, hacer horas extras y vender cosas que tenía en casa de cuando Izan era bebé para reunir dinero para mis formaciones como asistente Montessori 3 a 6 años y 6 a 12 años. Trabajar como asistente durante un año, dar un taller para padres, decidir que era eso que me gustaría dedicar en mi vida, encontrar un propósito después de los 40 años, viviendo en un otro país y sin ninguna red de apoyo… decidí que quería ayudar a las famílias con niños de 6 a 12 años interesadas en ofrecer Montessori a sus pequeños, no solo como afterschooling o homeschooling pero tambièn – y principalmente – como una manera de crianza.

Hemos vivido tantas experiencias en diez años. No solo descubrimos materiales Montessori bellos y increíbles como también hicimos actividades de ciencia, de artes, de cultura… visitamos museos, tocamos renacuajos, leemos muchos libros, dibujamos, descubrimos las capas de la Tierra con plastilina, descubrimos la fotosíntesis con el experimento de la planta blanca, la química con el experimento del huevo que bota y con el volcán, vimos como nacen tomates, calabacines, sandías, berenjenas, vimos los distintos tipos de hojas, estudiamos la gramática de una forma sensorial, vimos un eclipse lunar…

Una vez me dijeron que hago Montessori parecer algo muy sencillo de hacer en casa. Y es que ¡lo es! ¡Es sencillo! Solo hay que seguir al niño, observarlo, acompañarlo… y luego ofrecer lo que necesita. La internet no es solo para perder el tiempo leyendo sobre chismorreos o jugando a Candy Crush. ¡Cuanto aprendí gracias a las familias homeschoolers! Y no me refiero solo las que siguen Montessori… Montessori en la etapa de 6 a 12 años es muy parecida con el unschooling (sé que esa opinión no es politicamente correcta y que es mal vista por algunos, pero me da igual). Va mucho más de acompañar el interés del niño que de seguir un curriculum cerrado.

En el afterschooling ni todo es color de rosa

Es verdad que hacer afterschooling no es fácil. Es mucho más difícil que hacer el homeschooling propriamente dicho. ¿Por que? Porque tienes de estar en sintonia con el colegio y bailar de acuerdo con la música que el profesor toca. Cuantas veces busqué información sobre un determinado material, me puse a leer, a ver vídeos, a preguntar a amigas, ahorrar para comprar el material.. y cuando por fin lo tenía, el profesor ya estaba dos temas más adelante. ¿Y a la hora de enseñar los determinantes? Un horror. Porque la gramática española no es como la inglesa. Cuando empiezas a estudiar sobre la gramática Montessori, te das cuenta de que muchas veces está adaptado de la lengua inglesa, y es que hay cosas que no coinciden, como pasa con los determinantes, adjetivos, adverbios…

También hay otra dificultad que nadie habla en las redes sociales, y no es exclusiva del afterschooling, pero también ocurre con las familias homeschoolers: lidiar con tus problemas de salud y del trabajo. Muchas, inúmeras veces me habria gustado haber enseñado algo a mi hijo – las Cinco Grandes Lecciones, la geometría Montessori, la análisis sintática… – y no he podido porque estaba mal de salud o porque estaba trabajando a un ritmo tan estresante que era imposible. La época de la pandemia, que pensaba que sería cuando tendría más tiempo para trabajar con mi hijo, fue luego la que menos lo hicimos porque estaba muy estresada con el teletrabajo. Hay una cara B de hacer afterschooling (o homeschooling).

Diez años de afterschooling y de amor

Y, bueno, aquí estamos, diez años se han pasado. No sé qué dia era exactamente cuando fui al bazar comprar aquellos pompones, pero sí sé que fue en 2013 y antes de Izan cumplir 3 años. Entonces lo celebro ahora mismo. Lo celebro porque creo que fue algo tan bonito que hice con mi hijo que merece al menos un registro en este blog, que nació justo para eso, para compartirlo.

¿Si todavía lo hacemos? Pues seré sincera, cada día menos. Izan está con 12 años, en el primer año de la ESO, y no sé cómo acompañar en secundaria. Todavía nos queda muchos materiales de Upper El para ver, y mi idea es enseñarle. Montessori siempre va por adelantado en relación a la escuela tradicional, además ahora mismo él está haciendo un repaso en gramática entonces podemos sacar los símbolos y las cajas otra vez,

Pero es verdad que él está cada día más cerca del tercer plano de desarrollo y eso interfiere. Pero bueno, como siempre digo, el afterschooling no es replicar el colegio, es una relación, no solo entre madre e hijo pero tambièn con el conocimiento y la cultura. Es una manera de entender la gramática, el álgebra, la geografía, la biología etc distinto. No tenemos por qué aceptar solamente cómo el colegio nos enseña.

Lo bonito de todo eso es lo que aprendí con los unschoolers: el aprendizaje acontece a todo el momento, en todas las partes, y no es estrictamente necesario que exista un material concreto entre nosotros para ocurrir. Eso me da paz a mi corazón de madre ansiosa que soy. Desde aquí, envío mi abrazo a mi amiga Pilar Bewley, autora del blog Mainly Montessori, mamá homeschooler, guía Montessori y que muchas veces me ayuda con mis dudas en este camino. Y que un día tu hijo llegue del colegio para comentar algo que la profesora dijo en clase que le hizo recordar alguna actividad que vosotros habéis hecho juntos en el pasado es un premio de valor incalculable,

Ojalá la gente comprendera que aprender no es solo lo que ocurre en el colegio y que es posible hacerlo envuelto de amor entre una madre y un hijo.

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