08 May Empezando lectoescritura con el Monstruo de las Letras
Izan está aprendiendo a leer y a escribir en el cole y decidí hacer una actividad que descubrí en el blog I Can Teach My Child que me ha parecido muy interesante: el Monstruo de las Letras.
No se trata de una actividad Montessori, pero es muy fácil y barata de hacer en casa. A mi hijo le gustó mucho y es una manera divertida de acercar las letras a los pequeños.
Utilizando una caja de guardar toallitas de bebé, goma EVA y ojos de plástico, puedes hacer este monstruito simpático, que le encanta comer letras.
¡Qué suerte que había guardado nuestra caja de toallitas de cuando Izan era bebé! A veces no podemos imaginar el uso que daremos a las cosas que tenemos guardadas.
Cómo hacer el monstruo de las letras
Con un trozo de goma EVA, recorte un rectángulo del tamaño de la caja y haga un zig-zag como si fuesen dientes terroríficos.
Luego, pega los ojos de plástico en la tapita, del lado de dentro. Izan quiso ayudarme y ha tenido la idea de hacer pestañas al monstruo con pedazos de goma elástica, jejeje.
También necesitarás tapas de botellas de refrescos, zumos, leche ecc, para hacer las letras. En la foto de abajo, dividí las tapas que teníamos por colores (sí, tengo muchas tapas, me encanta guardarlas para nuestras actividades!).
Pegué en las tapas un pequeño gomet y escribí las letras del alfabeto. Como Izan aprende en el cole letra cursiva, decidí hacerlo así. Pero puedes escribir en letra de imprenta, si prefieres.
Como utilizar el monstruo de las letras
Con el material preparado, ¡ya podemos jugar! He dicho a Izan que el monstruo tenía hambre y que se alimentaba de letras, pero antes de dárselas, él tenía de decir el nombre de la letra. Así que, al dar la tapa con la letra C, por ejemplo, él dijo «C» y en seguida guardó la misma en la boca del monstruo (la apertura por dónde salían las toallitas).
Repito, esto es un juego y no tiene nada que ver con el método Montessori para aprender a leer.
A Izan le gustó mucho jugar con el monstruo de las letras. Desde el momento en que empezamos a fabricar a nuestro monstruo, él ya se sentía feliz. Hacer materiales en casa es algo cansado, pero es verdad que es bonito ver cómo a los niños les gusta ver a su mami preparando algo para ellos.
Además, aprender las letras así es mucho más divertido, no es verdad?
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