20 Abr Nuestra mesa de luz

Las mesas de luz, a día de hoy, ya son muy conocidas por las familias montessori en España. Es una herramienta que, aunque no fue criada por la doctora, es muy utilizada en la educación Reggio Emilia. Es muy «montessori friendly» y permite muchas actividades divertidas en que los niños y niñas aprenderán mucho.
Para algunas personas, la mesa de luz no es «montessori» para nada, ya escuché muchas críticas de quién está en el mundillo diciendo que es algo que estimula el juego simbólico y por eso es incorrecto decir que sea compatible con el método de Maria Montessori, pero yo, particularmente, no estoy de acuerdo.
Por supuesto en una escuela montessori no se debe tener, de la misma manera que tampoco se debe tener juguetes, o fomentar la fantasía con figuras como Papá Noel, el Ratoncito Pérez ecc. Soy una defensora del radical en Montessori (radical de raíz, de buscar desde la raíz del método como practicarlo), pero en el ambiente de la escuela. Ya en casa, con nuestro hijo o con nuestra hija, no hay nada que lo impida y se puede sacar mucho de una mesa de luz.

La primera vez que vi la mesa de luz como recurso educativo fue justamente en un grupo de madres montessorianas de Facebook, cuando mi hijo tenia 2 años, y me enamoré a la primera vista. Tal vez porque trabajé con un archivo de fotografías en un importante periódico de Sao Paulo por muchos años y la mesa de luz ya era una conocida para mí, aunque dentro de otro contexto, que mucho me atraía.
En el grupo, dirigido a familias de Brasil (donde no se encuentra con la misma facilidad que en España los materiales montessori para comprar, juguetes respetuosos, ecc), había muchas sugerencias de actividades baratas para niños – también fue allí que conocí la mesa de la paz y la botella de la calma, que ahora a mucha gente le gusta criticar – y la mesa de luz era una de ellas porque estimula de manera sensorial, con la visión, en este caso. Los juegos de luz y sombra y reflejos con espejos puede enseñarnos sobre simetrías, mezcla de colores y muchas cosas más.
Muchas blogueras montessorianas internacionales tienen mesa de luz en casa o ya han escrito sobre ella, como por ejemplo, How We Montessori, Sugar, Spice and Glitter o The Pinay Homeschooler.
Tenemos una mesa de luz desde que Izan tenia 3 años y todavía la usamos mucho. La nuestra es totalmente casera, la hicimos con una mesa Latt de Ikea que estaba con el tablero roto. Lo sacamos y colocamos una tapa de metacrilato blanco, que se puede cerrar con velcros. Por dentro, algunas lampadas LED de Leroy Merlin, que Izan enciende y apaga directamente presionando un pequeño botón en cada juego. Luego, hay un cable para enchufar a la red eléctrica.
 
Antes de construirla, nosotros utilizamos una caja de luz, con una caja de plástico del Carrefour, forrada con cartulina negra por abajo y con papel de seda blanco por arriba, y por dentro colocamos luces portátiles, de esas redondas, que enciendes y apagas presionando en el centro. Luego partimos para la mesa «de verdad». En la foto abajo, se puede ver como era. Que pequeñito estaba Izan!

Al largo de los años también fueron aumentando nuestros materiales para usar con ella, en un próximo post contaré cuales son exactamente para que os sirva de inspiración, aunque creo que muchos ya los conocéis. 😉
Ahora que Izan está con seis años la mesa empieza a quedar pequeña pero es curioso como es justo cuando él mismo inventa sus juegos con ella, como en la foto abajo en que usó unos vasitos transparentes para colocar garbanzos de acuerdo con la cantidad que él apuntó antes en cada uno (para que veáis como es mucho más que juego simbólico, es una herramienta con muchísimo que explotar). En las tardes de frío o de lluvia es cuando más la utiliza.


También tienes una mesa de luz en casa? Y que tal la experiencia con ella? Espero que me cuentes en comentarios! O si tienes alguna duda o crítica sobre ella, también te espero igualmente!
Si te ha gustado este post y crees que puede interesar a otras familias, compártelo! Espero que muchas mamás y papás también puedan tener sus momentos montessori como nosotros!