31 May “Para Siempre” y “Soy la Muerte”: explicando la muerte a los niños con delicadeza

Conforme conté en mi post anterior, en que explicaba cómo dijimos a Izan sobre la muerte de Pancho, hoy traigo dos libros para explicar la muerte a los niños, con la intención de ayudar a las familias que están pasando por una experiencia así.

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Para Siempre
Escrito por Camino García, es un libro muy bonito, con un mensaje entrañable que no dejará a nadie indiferente. Una verdadera joya, sin duda.

El libro cuenta como una niña recibe la noticia de la muerte de alguien, que no sabemos quién es, pero sabemos que era muy especial. Da a entender que era una persona y no un animal de compañía, pero el mensaje es valido para las dos situaciones. La niña empieza diciendo que a veces «las personas se van para siempre». A partir de ahí, ella va divagando sobre qué es este «para siempre».

Lo más bonito del libro es que trata un tema tabú de una manera clara, diciendo la verdad sin tapujos, pero con mucha delicadeza. Expresa muy bien cómo uno se siente cuándo pierde a un ser querido, la sensación de «bola» que se te hace, que nada más es que el duelo.

Quizás mi única crítica es que lo veo un poco «adulto», no sé muy bien cómo expresar, a principio está perfecta para los niños de 3 años hasta mucho más mayores, pero allí por la mitad creo que se vuelve un poco filosófica para la comprensión de un niño… no sé si es un prejuicio mio. Pero es un libro muy bello y que trata la muerte de una manera muy Montessori, con respeto y enseñando lo que de verdad es, sin ser macabro.

El mensaje final es muy bello: «pero (las personas y seres amados que partieron) nunca se van del todo, porque aquello que nos han dado es nuestro para siempre». Para mí es un final perfecto, es un mensaje de esperanza pero que es muy verdadero y vale tanto para personas como para animales de compañía. A Izan le gustó mucho este cuento, luego al principio él comprendió que era sobre la muerte y dijo muchas veces «como con Panchito», entonces creo que logré mi intención de ayudarle a procesar la pérdida.

El segundo cuento que usamos para trabajar el mismo tema es Soy la muerte, de la noruega Elisabeth Helland Larsen, que, aunque puede sonar un poco brusco a la primera vista, es pura poesía.

Las ilustraciones, de Marine Schneider, son hermosas, y no transmiten tristeza. Al revés, por ser un libro sobre la muerte, hay vida en todas las páginas, en colores y delicadeza.

Hay tanto cuidado en este libro (de Barbara Fiore Editora), que hasta en la lateral se encuentra esmero. Está hecha de tela, con letras doradas, en relieve.

«Soy la Muerte» hace conjunto con «Soy la Vida», otro cuento de la misma autora, y explica que la muerte, representada por una mujer de pelo largo y negro, es parte de la vida, algo que ocurre con todos los seres vivos pero que no tiene porque ser mala.

El cuento va explicando qué es la muerte también sin tapujos, pero de una manera muy delicada. Explica, por ejemplo, desde que la muerte llega para ancianos y animales, hasta sobre la guerra y los niños que no llegan a nacer.

«También me reúno con los que están en la tripa y no han nacido todavía. Les hablo de las mariposas, los árboles y los dientes de león. De los copos de nieve, las olas del mar y los pies desnudos al andar. Del amar y del vivir en el corazón de los demás. Y ellos me miran con ojos más sábios que los míos, como si ya lo supieron todo y todo lo hubieron sentido ya».

Es un cuento que transmite levedad, con muchos colores, y nos transmite una emoción muy intensa. A mí me gustó muchísimo, a Izan no llegó a llamarle mucho la atención pero a mí me parece un libro muy necesario en todas las estanterías de niños a partir de 6 años, especialmente si sigues Montessori en casa, le vi muy adecuado para la miente del Segundo Plano.

La muerte explica que es necesaria como renovación y más al final dice la gran verdad: la muerte y la vida habitan juntas todos los cuerpos, son las faces de la misma moneda.

Así como «Para Siempre» su mensaje final también es precioso y lleno de esperanza:

«Si me tienes miedo, o se lo tienes a la vida, puedo susurrarte una cosa al oído…¡Amor! El amor puede transformar la pena y el odio. El amor puede visitarte todos los días. El amor no muere, aunque se encuentre conmigo.»

Preciosos, verdad? Entiendo que hablar de la muerte con los niños es algo que tiene de ser hecho, con naturalidad, explicando lo que de verdad es, pero así, como parte de la vida, que no tiene de ser el fin de todo, puede ser un nuevo recomienzo.

¿Que te parecen estos cuentos? ¿Ya los conocías? En mi opinión, son dos libros para explicar la muerte a los niños con mucha delicadeza y respeto. Si te han gustado, escríbeme un comentario. Si crees que este post puede interesar a tus amigos, no te olvides de compartir este post en tus redes sociales.

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