13 Oct Por que Montessori puede ayudar a tus alumnos de primaria

Quizás acredites que, como trabajas como profesor de primaria en el sistema tradicional, Montessori no puede hacer nada por tus alumnos o por ti. Pero eso no es verdad. Aunque no sea posible adoptar el método Montessori de manera pura con las características del sistema convencional, podemos sí mejorar mucho el trabajo como profesores si adoptamos una nueva mirada hacia al niño, más Montessori.

Soy madre y asistente Montessori 3 a 12 años. Llevo 10 años haciendo Montessori «en casa» con mi hijo, que hoy está en el segundo ano de la ESO. Mi hijo nunca estudió en una escuela Montessori porque nuestro presupuesto familiar no lo permitía. Pero no es por eso que lo acepté y no ofrecí Montessori a mi hijo.

Cómo empezar con Montessori tras los 6 años

Si tenemos un niño que nunca pasó por Montessori, que no tiene ni idea de qué es una torre rosa, no pasa nada. Montessori es para todos los seres humanos, y más que saber usar algunos materiales concretos, lo primero y lo más importante es cambiar nuestra mirada de adulto en relación al niño. Eso vale para madres, padres, abuelos, tutores y también a profesores.

Existe una idea general de que el niño es como si fuera un cubo que debemos llenar de conocimientos. O que es un ser perezoso, egoísta, que quiere desafiar a los adultos, que desea llamar la atención sobre todo. La idea más nueva es que los niños de 6 a 12 años solo quieren usar pantallas y que a partir de los 10 años ya son adolescentes.

Todas esas ideas, que seguro que escuchaste en algún lugar, son expresiones de adultocentrismo que no tienen nada que ver con la realidad. Si damos una oportunidad a los niños, si dejamos de hacer caso a lo que nuestros padres y profesores nos dijeron y pasamos a, sencillamente, ver quién es el niño que tenemos delante tendremos muchas sorpresas.

Maria Montessori descubrió que el niño de 6 a 12 años tiene hambre de conocimiento. Él desea aprender todo sobre todo, y por eso no para de hacer preguntas. A la vez, es como un pequeño abogado de película norteamericana, está siempre diciendo «esto no es justo!» y nos observa a todo el momento para apuntar nuestras actitudes que entran en contradicción con lo que les mandamos hacer.

Realiza el auto examen

La doctora Montessori también nos decía que, como adultos, debemos realizar el auto examen. Eso significa que debemos observar a nosotros mismos, de manera crítica, las cosas como son, y rechazar el orgullo y la rabia.

Eso puede sonar muy difícil, lo sé. Pero cuando lo logramos, abrirá las puertas para la comprensión y la cooperación.

Recordando que el niño tiene necesidad de comprender el mundo, que es un gran curioso, y a la vez tiene un fuerte sentido de la moral pero no porque quiere fastidiarnos y sí porque está se transformando en un ser social, entonces todo queda más fácil.

Debes alejar de ti el perjuicio de que los niños son perezosos y que «solo están interesados en pantallas». Las pantallas son atractivas porque, primero: están diseñadas para enganchar; segundo: porque ellos solo tienen a ellas.

Ya nadie está con un niño contándole historias, ya nadie tiene tiempo para leer cuentos, y especialmente después que ya saben leer muchos le dicen «para qué te voy a leer si tú ya sabes hacerlo solito».

Nadie decide estar con ese niño, parar, mirarle a los ojos y escuchar de verdad lo que tiene a decir.

Hemos perdido el encanto que un día sentimos cuando éramos niños.

Una bola de fuego llamada imaginación

Maria Montessori también nos decía que la imaginación de los niños de 6 a 12 años es como una bola de fuego, y debemos usar el calor de ese fuego para que semillas se transformen en asombro y conocimiento. ¿Qué semillas? Las semillas del interés.

Este es el trabajo del profesor y de cualquier adulto que está con niños de 6 a 12 años: somos sembradores de semillas de interés.

Un libro texto puede no ser atractivo para un niño, pero un experimento, una salida de la clase para ver los árboles del colegio, traer una visita inesperada (que no tiene porque ser de otra persona), hacer relaciones («si te enseño esta cuerda tan larga diciendo que una punta es cero y la otra es 10 mil millones, donde crees que está el punto 20 millones en la cuerda?») sí pueden ser excelentes semillas de interés que germinarán, si utilizamos el calor del fuego de la bola que se llama imaginación.

Por supuesto no es tan sencillo así, a veces los niños de esas edades son agotadores, cuando están intentando racionalizar tantas situaciones y nos sentimos hartos y explotamos diciendo «déjalo ya» o «eso a ti no te incumbe».

Pero es posible, y por eso estoy aquí para invitarte a participar de mi curso gratuito «Entiende el Niño de 6 a 12 años».

Será un curso transmitido por zoom entre los días 24 a 26 de octubre de 2023, a las 21 horas (hora de Madrid, España).

¿Ven con nosotras? Ya tenemos un grupo de más de 130 personas que están dispuestas a aprender. ¡Apresúrate, porque las plazas son limitadas!

Para participar solo tienes de entrar en el grupo de whatsapp que encuentras en este enlace.

¡Será un placer compartir contigo! ¡Te espero!